La Ciudad Eterna, es un tributo a la grandeza humana con monumentos, arte y sabores que nos dejarán sin palabras.
Roma, la Ciudad Eterna, es un monumento a la grandeza humana y la historia inmortal. Sus calles empedradas, plazas y monumentos respiran siglos de legado. El majestuoso Coliseo se erige como un símbolo de resistencia y esplendor antiguo, mientras el Foro Romano evoca la grandeza de la civilización romana. La Basílica de San Pedro, con su cúpula imponente, es un faro de fe y arquitectura grandiosa. Roma es un festín para los sentidos, con su cocina exquisita, vinos generosos y gelato indulgente. Sus calles son un laberinto de arte, desde las obras maestras de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina hasta las pintorescas fuentes y esculturas que adornan cada rincón.