Una experiencia auténtica e inolvidable
Al entrar en la cervecería, nos sumergiremos en una atmósfera acogedora con mesas de madera rústica y camareros vestidos con trajes tradicionales. El menú tradicional checo nos deleitará con platos como el goulash, knedlíky (bollos de pan) y deliciosas salchichas. Pero la verdadera protagonista será la cerveza. Degustaremos la mejor cerveza checa, ya sea una Pilsner, una Budweiser o una cerveza de trigo. La cena se acompaña de risas, música folclórica y la oportunidad de brindar con amigos y desconocidos por igual, en una experiencia culinaria y cultural que captura la esencia de la hospitalidad checa.