Conocido como "Pražský hrad" en checo, es un monumental complejo histórico que se alza en la colina Hradčany, dominando el horizonte de Praga.
Con una historia que abarca más de mil años, este castillo es un testimonio de la evolución arquitectónica de la ciudad y su importancia histórica. Alberga una impresionante variedad de edificios, desde el Antiguo Palacio Real hasta la majestuosa Catedral de San Vito, pasando por la Basílica de San Jorge y la Torre de Dalibor. El Castillo de Praga es el epicentro de la historia checa, habiendo servido como residencia de reyes, emperadores y presidentes. Su arquitectura abarca desde el estilo románico hasta el barroco, y sus murallas y patios ocultan tesoros históricos, como las Joyas de la Corona Checa. Con vistas panorámicas de la Ciudad Vieja y el río Moldava, el Castillo de Praga es una visita obligada para quienes deseen sumergirse en la historia y la majestuosidad de Praga.