Un tesoro histórico que transporta a los viajeros a través del tiempo, un destino ideal para los amantes de la historia, la cultura y la belleza arquitectónica.
Fundada en el siglo VIII, es una de las ciudades más antiguas de Marruecos y un epicentro de la cultura, la religión y la arquitectura islámica. La medina de Fez es un laberinto de calles estrechas, zocos bulliciosos y edificios históricos, como la Madrasa Bou Inania y la Mezquita de Qarawiyyin. Los aromas de especias, la artesanía tradicional y la hospitalidad marroquí llenan el aire. La ciudad es conocida por su conservación del patrimonio cultural y su autenticidad, lo que la convierte en un lugar donde el pasado y el presente se mezclan de manera única.