Un lugar donde historia, religión y naturaleza se entrelazan en un entorno de paz y serenidad.
Con su pequeño tamaño y su atmósfera tranquila, Iona es un destino de peregrinación que atrae a viajeros de todo el mundo. El monasterio de Iona, fundado por San Columba en el siglo VI, es un lugar sagrado que irradia espiritualidad. Las playas de arena blanca y las aguas turquesas que rodean la isla añaden un toque de belleza natural. Los caminos y senderos permiten a los viajeros explorar paisajes costeros espectaculares y admirar la abundante vida silvestre.