Uun gran ejemplo de lo lujoso que podía ser vivir como realeza, una muestra increíble para conocer cómo vivían los reyes y para maravillarse con su grandeza...
Construido por Luis XIV, este majestuoso palacio barroco cuenta con opulentas salas de estado, exquisitas obras de arte y deslumbrantes jardines diseñados meticulosamente. Su Gran Trianón y el Pequeño Trianón añaden a su grandeza, mostrando la vida íntima de los monarcas. La Galería de los Espejos, símbolo de poder y elegancia, refleja la magnificencia de una época pasada. Los elaborados jardines franceses, con sus fuentes ornamentales y esculturas, crean un paisaje encantador. Este monumento histórico, testigo de eventos clave en la historia francesa, sigue siendo un destino fascinante que cautiva a millones de viajeros cada año.