Rodeado por un bosque frondoso de lengas y ñires y custodiado por picos nevados, este lago ofrece un escenario de paz y serenidad. Su nombre evoca la curiosidad y contrasta con la exuberancia verde de su entorno. Aquí, los viajeros pueden disfrutar de caminatas escénicas por los senderos que bordean sus orillas, explorando la rica biodiversidad del lugar y descubriendo vistas panorámicas que capturan la esencia de la Patagonia. El Lago del Desierto también es punto de partida para aventuras más audaces, como el trekking hacia el Glaciar Huemul, donde se pueden apreciar cascadas, morrenas y la majestuosidad de la naturaleza en su forma más prístina. Además, la navegación por sus aguas permite contemplar el paisaje desde una perspectiva única, donde los reflejos del cielo y las montañas se funden en un espectáculo visual inolvidable.